18 de diciembre de 2013

Quebrado

Y allí me encontraba, tirado en ese viejo sillón, tapado con una manta y un paquete de pañuelos a mi lado, llorando por lo que había sido días atrás el motivo de mi sonrisa. El día tampoco acompañaba, un día gris lluvioso, cualquier otro día hubiese estado ahí también, bajo la manta, pero con la pequeña diferencia de que tú estarías a mi lado, nuestras manos entrelazándose dentro del bol de palomitas y de fondo esa peli que ambos sabíamos que no acabaríamos de ver. Pero no era ese día.

Otra vez  había vuelto a pasar, yo desgañitándome por hacerte feliz, dejándome el alma para tratarte como la princesa que para mí eras, amándote hasta limites insospechados y tú... Tú pagándomelo con el primer capullo de sonrisa bonita.

Estaba destrozado , despedazado, roto, recogiendo los  miles de pedazos de mi quebrado corazón que anteriormente había sido uno. Las lagrimas bailaban por mis mejillas y en el cielo se burlaban las estrellas mirándome con el brillo de tus ojos. Tú que habías sido mi todo y ahora yo era tu nada, yo gritándole al cielo un poco de compasión, tú fundiéndote en uno con otro bajo las sabanas, yo marchito de ilusión y tú con esa dulce sonrisa en los labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario